La gira sucede en paralelo a un anuncio sorprendente: Morrissey busca vender todos sus derechos sobre The Smiths —nombre, canciones, merchandising, arte y material discográfico—, en un intento de cortar lazos con bandmates como Johnny Marr, Mike Joyce y el fallecido Andy Rourke. Publicó un mensaje titulado “A Soul for Sale”, afirmando que está emocionalmente agotado y ya no tolera “asociaciones maliciosas”.

La gira comenzó a organizarse desde junio, con fechas confirmadas en Canadá y Estados Unidos; las entradas se pusieron a la venta poco después. Morrissey también enfrentó controversias previas: tuvo que cancelar varias fechas en Europa este verano por problemas de salud de su equipo o del propio artista, lo cual ha alimentado la desconfianza entre sus seguidores.

Por si fuera poco, el intento de venta de sus derechos generó un logística curiosa: un correo electrónico de Gmail para posibles compradores que terminó desactivado tras una “respuesta colosal”, lo que sembró dudas sobre la veracidad de la oferta.

A nivel creativo, Morrissey trabaja desde hace años en nuevo material: tras su álbum de 2020 I Am Not a Dog on a Chain, tiene un proyecto titulado You’re Right, It’s Time aún sin fecha ni sello confirmado.

Este arranque de gira, acompañado de su distanciamiento definitivo de The Smiths, marca un momento clave en su carrera: un intento de renacer en solitario mientras se desliga del pasado que lo consolidó como ícono.